Los niños merecen nuestra atención y la acción de los líderes de nuestros municipios y departamentos.
En la primera infancia se definen los cimientos del aprendizaje, es en esta etapa cuando se forjan habilidades socioemocionales y se adquieren muchas de las herramientas que tendrá una persona para la vida. Muchas de las ventajas o dificultades de aprendizaje, gran parte de lo que seremos como ciudadanos y la manera como nos relacionaremos con nuestro entorno, depende del cuidado que recibamos en esta etapa.
Un buen cuidado de nuestra primera infancia tiene un alcance invaluable para cualquier sociedad. Es el primer ladrillo para fortalecer su calidad educativa, un elemento fundamental para tener una convivencia pacífica y una cultura democrática, y es un pilar sobre el cual se desarrolla la competitividad y la productividad entera de un país. Es decir, este no es un tema menor, debe ser un asunto primordial del que todos deberíamos estar al tanto.
Por su importancia, ayer en el marco de la alianza ‘El mejor lugar para CreSER’, conformada por 21 organizaciones de la sociedad civil presentes en el Valle del Cauca y norte del Cauca, que trabajamos para el cierre de brechas de la primera infancia, presentamos un sistema de información que da cuenta del trabajo que debemos hacer en esta materia.
Por citar solo algunas cifras: en el Valle del Cauca tenemos casi 400 mil niños y niñas entre 0 y 5 años, de los cuales el 22 % viven en hogares en pobreza extrema. En Cali, 33 mil niños y niñas viven en pobreza extrema y el déficit de atención integral a la primera infancia es del 52 %, es decir, más de la mitad de nuestros niños y niñas no tienen el cuidado que deberían. Como si esto no fuera suficiente, para Cali se reportan 96 nacidos vivos de madres con edades entre los 10 y 14 años, algo a todas luces inaceptable y frente a lo cual debemos reaccionar y actuar.
Niños y niñas desatendidos, niñas criando niños. Toda esta realidad solo exacerba el círculo vicioso de la pobreza. Además, si proyectamos el futuro de estos niños y niñas, es inevitable pensar que son ellos y ellas quienes en unos años tendrán más probabilidades de desertar del colegio, serán más vulnerables para entrar las pandillas o quedarán sumidos en el trabajo informal. No podemos conformarnos, tenemos que voltear la mirada a esta primera infancia que es nuestro futuro. Este asunto debe estar priorizado en la agenda de los nuevos mandatarios y mandatarias. Si bien, los niños no votan, si son ellos quienes conformarán el panorama futuro de nuestras ciudades y país.
Ponemos a disposición de ellos y de sus equipos el sistema de información disponible en mejorlugarparacreser.org, el cual les permitirá contar con datos para tomar decisiones basadas en la evidencia a favor del bienestar de los niños y niñas de sus territorios. Los niños merecen nuestra atención y la acción de los líderes de nuestros municipios y departamentos.
Tomado de elpaís.com.co