Garantizar un suministro confiable de gas natural a precios competitivos es esencial para reducir la pobreza. En Colombia, 4.8 millones de personas aún cocinan con leña, carbón o energéticos inadecuados; cerca de 700 mil carecen de electricidad, y casi 8 millones sufren de mala calidad en el servicio de energía, según el más reciente informe de Pobreza Multidimensional Energética.

El gas es clave para cocinar, al permitir liberar tiempo y evitar la exposición a humos dañinos para la salud, especialmente para las mujeres, sobre quienes todavía recae la mayor parte de las actividades domésticas. También es crucial en la transición hacia energías más limpias en sectores como la industria, el transporte pesado y el comercio. Además, frente al crecimiento de la demanda de energía, el gas es necesario para no sobrecargar el sistema eléctrico y como fuente de respaldo para la generación térmica.

Sin duda, el gas natural juega un papel muy relevante en nuestro día a día y en distintos niveles. Sin embargo, debido a la escasez de la oferta local de gas, se espera que en los próximos 4 años parte de la demanda del país sea atendida con importaciones. Por eso, es fundamental que desde el suroccidente colombiano impulsemos los esfuerzos necesarios para que la Infraestructura de Importación de Gas del Pacífico sea una realidad.

Actualmente, el país solo cuenta con una facilidad de importación de gas en Cartagena. El gas importado, al llegar al punto de entrada del gasoducto, ya es aproximadamente entre un 45% y 55% más costoso, debido a los costos de transporte, intermediación y regasificación. Trasladar ese gas importado desde el norte del país hasta los consumidores del suroccidente representa una desventaja, ya que implica asumir costos de transporte más elevados.

Otra desventaja está asociada a la confiabilidad en el suministro: si la solución sigue estando en el norte, los departamentos del sur estarán más vulnerables ante interrupciones en el servicio. En ese sentido, es clave que Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca y Cauca cuenten con otra fuente disponible ante fallas en la red de transporte. El gasoducto Mariquita – Yumbo, que sirve a estos departamentos, ya ha presentado fallas que han implicado interrupciones en el servicio, como sucedió en 2011 y 2023.

No obstante, para viabilizar el proyecto de la Planta Regasificadora del Pacífico y el gasoducto Buenaventura - Yumbo, se requieren ajustes respecto a cómo se realizará el pago a quien ejecute la obra y la posibilidad de remunerar la planta por separado del gasoducto, permitiendo la importación temprana de gas.

A mediano plazo, el gasoducto Buenaventura-Yumbo será estratégico para transportar de manera competitiva la capacidad completa de la planta y los futuros descubrimientos offshore en el Pacífico. Asimismo, este gasoducto se complementaría con el proyecto de bidireccionalidad del gasoducto Yumbo-Mariquita, lo cual será clave para transportar gas desde el Pacífico hacia el centro del país. Lo anterior evidencia que el proyecto de la Planta Regasificadora no es solo un proyecto para el Valle del Cauca, sino que es un proyecto nacional.

Es crucial que, desde el suroccidente, le demos un enfoque regional y de largo plazo a la discusión, pues el reto no es solamente asegurar el abastecimiento, sino que la oferta de gas sea confiable y a precios competitivos. De esto depende que el gas sea el energético de la transición y el cierre de brechas.

Autor: José Vicente Arango, gestor de Infraestructura y Competitividad de ProPacífico
Tomado de El País

Que un territorio alcance el desarrollo sostenible, sin duda, pasa por elegir y tener buenos mandatarios, pero para llegar a ese propósito también se requiere de una sociedad civil activa en los asuntos públicos, exigiendo, monitoreando y aportando con ideas y recursos.

Para muchos dentro de la sociedad civil no están las empresas ni los empresarios, sin embargo, ¿al final no somos todos ciudadanos? Es más, por su rol en la sociedad las empresas deben asumir un liderazgo preponderante y desinteresado, enfocado en el desarrollo de su entorno. Como lo decía un gran empresario vallecaucano, una empresa no puede prosperar en un entorno enfermo.

Por esto tener instituciones apoyadas por el sector privado, que tengan como misión aportar al desarrollo sostenible de sus territorios con una mirada de mediano y largo plazo, es cada día más necesario en nuestro país y eso es lo que somos las Pro.

Ya somos once en todo Colombia y hemos logrado consolidarnos como una red que no representa los intereses de sus donantes o afiliados y que tiene como único objetivo aportar al desarrollo de nuestras regiones pensando en el bien común, la equidad y la competitividad, además del respeto por las instituciones.

Desde las pros queremos ser vistas como un bien público, así pertenezcamos al sector privado, por eso trabajamos con el mandatario de turno con el único objetivo de impulsar el desarrollo regional.

No somos parte de la política electoral, pero sí tenemos como propósito trabajar de la mano con quienes están al frente de las instituciones públicas, aportando una mirada de mediano y largo plazo a los mandatarios y sus equipos, quienes en muchas ocasiones tienen que atender retos del corto plazo y el horizonte de su periodo de gobierno de cuatro años. A diferencia de ellos, las pros y sus empresarios se quedan en el tiempo y son entidades que tienen su foco en la articulación, las alianzas y en el trabajo conjunto.

Desde ProPacífico venimos trabajando hace ya casi 10 años (en nuestra historia reciente) en cuatro dimensiones: planeación y alianzas, en lo social y lo ambiental; además de la infraestructura y logística. Procuramos tener la mejor información para generar alianzas públicas, privadas y comunitarias que transformen realidades locales y regionales.

Los logros no son solo nuestros, son el cúmulo de esfuerzos de las gobernaciones, alcaldes, concejales, diputados, congresistas, líderes comunales, academia y empresarios. Trabajar unidos y alcanzar resultados concretos es nuestra obsesión.

Hoy la RED PRO se reúne en Bucaramanga para contarle a Colombia que somos una apuesta empresarial de unión y trabajo colaborativo con una mirada regional. Presentaremos una propuesta de 40 proyectos regionales de impacto nacional que estamos convencidos dinamizarán la productividad, la competitividad y contribuirán al cierre de brechas sociales.

La RED PRO es la fuerza del desarrollo de Colombia desde las regiones. Ojalá sigamos construyendo la conciencia de que este tipo de entidades son necesarias para que el desarrollo de nuestro país llegue para todos.

Tomado de elpais.com

El próximo 24 de noviembre los ciudadanos de Cali, Palmira, Jamundí, Candelaria, Dagua, Puerto Tejada y Villa Rica decidirán si estos municipios serán parte del Área Metropolitana del Suroccidente de Colombia - AMSO. Para muchos este será un paso desconocido, pero importante para una región que cada día se comporta más como un área metropolitana compuesta por municipios que interactúan constantemente y que deben integrarse de manera ordenada. Esta integración busca enfrentar grandes retos que resultan difíciles de gestionar de manera desarticulada entre los municipios.

Y es que todos los días vemos hechos metropolitanos o fenómenos de índole social, económico, ambiental o territorial que impactan dos o más municipios. El primero y el más evidente es el de la movilidad. Según la última encuesta de movilidad de 2015, son alrededor de 222 mil viajes diarios desde y hacia Cali y 198 mil viajes regionales. Es decir, son muchas personas que viajan todos los días de Palmira a Cali o de Jamundí a Yumbo o de Candelaria a Cali y así sucesivamente.

Sin duda, la autoridad regional de transporte, ya creada, ayuda a plantear soluciones a la movilidad intermunicipal; sin embargo, no se puede dejar de reconocer que todos estos asuntos relacionados con la movilidad tienen una relación directa con la ausencia de planificación y coordinación a escala metropolitana. Por ejemplo, Jamundí y Candelaria se ha convertido -sin mucha planeación- en ciudades dormitorio, lo que les ha generado tensiones importantes en varios aspectos como el aumento de la congestión vehicular y de los siniestros viales, contaminación por gases de efecto invernadero, falta de accesibilidad a equipamientos de educación, salud, entre otros.

Así mismo, tenemos los asuntos ambientales, acabamos de pasar la COP16 y con este evento nos comprometimos con la protección de varios ecosistemas que superan los límites municipales: la recuperación de la cuenca alta del río Cauca, la protección de Los Farallones de Cali, la reducción de emisiones y la gestión del riesgo asociado a inundaciones.

Otro frente importante es el de la seguridad. Todos los días los grupos delincuenciales y las grandes estructuras criminales se tecnifican. Para nadie es un secreto que lo que sucede en el norte del Cauca tiene repercusión directa en Jamundí, Cali, Palmira, Dagua y hasta Buenaventura. Por esto es necesario tener un órgano supramunicipal que permita una articulación más clara y efectiva entre los municipios y con el Gobierno Nacional.

Con todo lo anterior, se podría decir que lo que contiene el área metropolitana es bueno y que no habría oposición al proceso. Sin embargo, son muchos los mitos que existen, por lo que varias entidades y personas se oponen a esta constitución. Uno de esos mitos es que Cali absorberá a los otros municipios. Falso, los otros municipios mantienen su autonomía, representatividad política y recaudo de recursos propios. Además, tendrán un puesto en la junta de la AMSO y, seguramente, se verán beneficiados por proyectos metropolitanos que involucren su municipio, dado que se podrán hacer obras supramunicipales.

También se dice que debido al AMSO habrá un aumento en el impuesto predial. Falso, el aumento de los tributos se hará teniendo en cuenta las actualizaciones catastrales que son potestad exclusiva de cada municipio. Y así me podría quedar, narrando mitos y desmintiéndolos, pero quiero resaltar que aquí lo clave es que nos informemos y que salgamos a votar. Esta no es una figura extraña en Colombia, existen varias áreas metropolitanas en el país y todas son casos de éxito.

Finalmente, debo decir que es una lástima que Yumbo no esté en esta área metropolitana, pero esperamos que sus mandatarios y ciudadanos se convenzan y se unan en el futuro.

Tomado de elpais.com

2021 ProPacífico · All rights reserved