Buenaventura y el agua

Buenaventura es de Colombia y requiere la mirada atenta, dedicada y empática de todo el país.

Buenaventura, uno de los municipios con mayor riqueza hidrográfica de Colombia –con once cuencas que dan vida a siete grandes ríos y un centenar de quebradas– y uno de los sitios más húmedos del país, en el que llueve casi todo el año, es el mismo municipio en el que paradójicamente la mayoría de sus habitantes no tienen acceso permanente al agua potable.

Según datos de la Superintendencia de Servicios Públicos, que son parte de un reporte de la Sociedad de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Buenaventura (SAAAB), la cobertura del servicio de agua en el Distrito es del 79 por ciento y la continuidad no supera las 10,1 horas por día. Si esta cifra resulta difícil de creer, lo es aún más si tenemos en cuenta que, como lo confirman los bonaverenses, en realidad no son más de 3 a 6 horas diarias las que tienen el servicio. Esto sin mencionar que hay sectores que pueden pasar días y hasta semanas sin agua.

El acueducto de Buenaventura se diseñó hace más de 80 años, y desde hace más de 25 años se habla de la necesidad de modernizarlo. Con la expedición del Conpes 2861 (1996), se dio el impulso a la privatización de los servicios de acueducto y alcantarillado en Buenaventura en el año 2002 con la contratación de Hidropacífico.

Hasta esta fecha, el servicio lo prestaba directamente el Distrito y durante 20 años la ciudad contó con un prestador privado. Sin embargo, la situación no mejoró, el servicio sigue siendo intermitente y el agua no es potable. Desde el 2022, la SAAAB asumió la operación del servicio, sin cambios evidentes hasta el momento.

Lo que sí ha resultado evidente es que las inversiones en las líneas de conducción y optimización de las redes matrices que se necesitan para que las pérdidas no sean del 82 por ciento no se han hecho. Tampoco se ha trabajado en la optimización de la planta Escalerete y su bocatoma, entre algunas otras acciones necesarias para mejorar la calidad y la continuidad del servicio.

Sin embargo, lo más frustrante de esta situación es que desde 2014 se creó el Plan Todos Somos PAZcífico, que justamente tenía como objeto la inversión de más de $ 150.000 millones para el mejoramiento del acueducto de Buenaventura. Hasta la fecha, ha tenido avances e intervenciones, pero no han sido suficientes para que los bonoverenses tengan agua buena parte del día todos los días de la semana.

Qué pensarían los ciudadanos de la capital colombiana, que recientemente se han enfrentado a cortes de agua, si esta situación fuera su día a día. Sí, en Colombia, en Buenaventura, el puerto del Pacífico no tiene agua potable de manera continua. 

No se puede afirmar que estas ejecutorias no se hayan dado por corrupción (aunque es mejor no escribirlo en piedra). Las causas están más dadas a falta de un equipo local capaz y dedicado a hacer que las cosas pasen. A que el fondo es manejado desde Bogotá, con las dificultades que eso trae.

La realidad de una oficina en la capital colombiana es muy diferente a la de Buenaventura y también hay que decirlo, algunos liderazgos locales han generado más reprocesos y demoras que aportes.

Buenaventura es de Colombia y requiere la mirada atenta, dedicada y empática de todo el país. Necesitamos acciones concretas para que Buenaventura tenga agua 24/7, y esto requiere la acción articulada de los sectores público, privado y comunitario. Menos discursos y más acciones.

Tomado de eltiempo.com

2021 ProPacífico · All rights reserved