El próximo 24 de noviembre los ciudadanos de Cali, Palmira, Jamundí, Candelaria, Dagua, Puerto Tejada y Villa Rica decidirán si estos municipios serán parte del Área Metropolitana del Suroccidente de Colombia - AMSO. Para muchos este será un paso desconocido, pero importante para una región que cada día se comporta más como un área metropolitana compuesta por municipios que interactúan constantemente y que deben integrarse de manera ordenada. Esta integración busca enfrentar grandes retos que resultan difíciles de gestionar de manera desarticulada entre los municipios.
Y es que todos los días vemos hechos metropolitanos o fenómenos de índole social, económico, ambiental o territorial que impactan dos o más municipios. El primero y el más evidente es el de la movilidad. Según la última encuesta de movilidad de 2015, son alrededor de 222 mil viajes diarios desde y hacia Cali y 198 mil viajes regionales. Es decir, son muchas personas que viajan todos los días de Palmira a Cali o de Jamundí a Yumbo o de Candelaria a Cali y así sucesivamente.
Sin duda, la autoridad regional de transporte, ya creada, ayuda a plantear soluciones a la movilidad intermunicipal; sin embargo, no se puede dejar de reconocer que todos estos asuntos relacionados con la movilidad tienen una relación directa con la ausencia de planificación y coordinación a escala metropolitana. Por ejemplo, Jamundí y Candelaria se ha convertido -sin mucha planeación- en ciudades dormitorio, lo que les ha generado tensiones importantes en varios aspectos como el aumento de la congestión vehicular y de los siniestros viales, contaminación por gases de efecto invernadero, falta de accesibilidad a equipamientos de educación, salud, entre otros.
Así mismo, tenemos los asuntos ambientales, acabamos de pasar la COP16 y con este evento nos comprometimos con la protección de varios ecosistemas que superan los límites municipales: la recuperación de la cuenca alta del río Cauca, la protección de Los Farallones de Cali, la reducción de emisiones y la gestión del riesgo asociado a inundaciones.
Otro frente importante es el de la seguridad. Todos los días los grupos delincuenciales y las grandes estructuras criminales se tecnifican. Para nadie es un secreto que lo que sucede en el norte del Cauca tiene repercusión directa en Jamundí, Cali, Palmira, Dagua y hasta Buenaventura. Por esto es necesario tener un órgano supramunicipal que permita una articulación más clara y efectiva entre los municipios y con el Gobierno Nacional.
Con todo lo anterior, se podría decir que lo que contiene el área metropolitana es bueno y que no habría oposición al proceso. Sin embargo, son muchos los mitos que existen, por lo que varias entidades y personas se oponen a esta constitución. Uno de esos mitos es que Cali absorberá a los otros municipios. Falso, los otros municipios mantienen su autonomía, representatividad política y recaudo de recursos propios. Además, tendrán un puesto en la junta de la AMSO y, seguramente, se verán beneficiados por proyectos metropolitanos que involucren su municipio, dado que se podrán hacer obras supramunicipales.
También se dice que debido al AMSO habrá un aumento en el impuesto predial. Falso, el aumento de los tributos se hará teniendo en cuenta las actualizaciones catastrales que son potestad exclusiva de cada municipio. Y así me podría quedar, narrando mitos y desmintiéndolos, pero quiero resaltar que aquí lo clave es que nos informemos y que salgamos a votar. Esta no es una figura extraña en Colombia, existen varias áreas metropolitanas en el país y todas son casos de éxito.
Finalmente, debo decir que es una lástima que Yumbo no esté en esta área metropolitana, pero esperamos que sus mandatarios y ciudadanos se convenzan y se unan en el futuro.
Tomado de elpais.com
La Conferencia de las Partes, COP, es un espacio de discusión y negociación en el que los gobiernos conciertan objetivos alrededor de desafíos globales, como la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Los caleños estamos a solo once días de ser anfitriones de la COP de Biodiversidad en su versión dieciséis, en la que 196 países firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica buscarán posibles soluciones para detener y revertir la pérdida de naturaleza para el año 2030.
En relación con los asuntos de fondo de este evento, es realmente importante y simbólico que estas conversaciones se den en Colombia, el cuarto país más biodiverso del mundo y, sobre todo, en el Pacífico colombiano, que alberga más de 200 áreas protegidas y 11 Parques Nacionales Naturales, cuenta con 1297 especies de fauna y cerca de 14000 especies de plantas, representando un tesoro natural que debemos proteger. A diferencia de las discusiones de cambio climático, donde Colombia tiene un bajo impacto entre los jugadores internacionales (las grandes potencias mundiales), en biodiversidad el mundo debe mirarnos como protagonistas y apoyarnos para cuidar y preservar patrimonios naturales tan importantes como nuestro Chocó biogeográfico.
Estos días de COP 16 también serán una gran oportunidad para que diferentes empresas y sectores muestren su compromiso con el cuidado de la biodiversidad y el medio ambiente, ya que el sector privado, así algunos quieran verlo de otra manera, es pieza clave en este objetivo común. Tenemos empresas comprometidas con la cultura de la sostenibilidad a lo largo de sus cadenas de valor, otras que movilizan recursos para la financiación de iniciativas innovadoras en materia de economía circular y otras que están haciendo transformaciones en sectores claves como la descarbonización en movilidad o el reúso del agua en los procesos de producción.
Así mismo, podremos hablar de algunos procesos públicos, privados y comunitarios que están buscando preservar desde lo local nuestra biodiversidad, como la Plataforma colaborativa del río Cauca que se enfoca en recuperar la cuenca alta de este afluente, un excelente ejercicio de trabajo colaborativo en el que se promueven proyectos que contribuyen al desarrollo sostenible de las comunidades rurales y la restauración de los ecosistemas. Así mismo, la construcción del plan maestro ambiental para una Cali sostenible, con un componente que integra la biodiversidad en su desarrollo urbano, transitando a una biodiverciudad.
Finalmente, para todos los caleños será una gran oportunidad de demostrar que podemos hacer eventos de esta envergadura, que nos permitan escribir una nueva página y que no vivamos de recordar con melancolía historias pasadas. Estamos viviendo una nueva historia, la de la Cali de hoy, la diversa, la capital de Pacífico colombiano que tiene todo para reconocerse y unirse alrededor de un propósito común.
Por eso serán tan importantes los espacios en los que los caleños nos encontremos para vivir nuestra COP, la que estará fuera de los grandes espacios de discusión de los mandatarios en la zona azul y verde, la que tendrá lugar en el circuito de la biodiversidad (Polideportivo Los Almendros, Unidad Deportiva Alberto Galindo y Bulevar del Oriente), para que la historia no sea solo la de un evento que vino y pasó, sino que nos permitió brillar y se quedó en la historia como el primero de muchos pasos para seguirnos viendo como la Cali que somos y no la que fuimos. Recibamos y acojamos a los visitantes con la hospitalidad que nos caracteriza, pero sobre todo apropiémonos y vivamos la COP de la mejor manera.
Tomado de elpais.com
Al leer la reforma laboral que se discute en estos días en el Congreso de la República, cabe preguntarse para qué y para quién se hace. Ya hemos oído a la Ministra decir que con esta reforma no se generarán nuevos empleos, lo que es una verdadera lástima en un país que tiene un desempleo del 9,7 %. Lo anterior, sin contar con los empleos que según lo que contempla el texto se podrían perder, debido a las inflexibilidades y cargas que estipula la reforma y que, al final, lo que hacen es que el costo por empleado sea mayor, lo que generará que muchos empresarios, sobre todos los más pequeños, tengan que despedir a algunos de sus colaboradores.
En un país en el que más del 50 % de las personas en edad de emplearse están en la informalidad no se explica cómo se está pensando en una reforma como la que nos están planteando. Por ejemplo, resulta incomprensible cómo no existe una posición más clara sobre la creación de empleo para los jóvenes y especialmente para las mujeres jóvenes. Para el trimestre mayo-julio de 2024, Colombia presentó una tasa de desempleo juvenil del 17,2 % y si nos fijamos en Cali, la ciudad presentó una tasa de 18,5 %, la segunda más alta después de Barranquilla.
Estos datos son el resultado de leyes y políticas públicas que por décadas han ignorado a los jóvenes, especialmente a las mujeres, las que siguen siendo invisibilizadas por la reforma que se tramita en el Congreso. Mujeres o niñas que son madres a edades muy tempranas y que se ven obligadas, en la mayoría de los casos, a abandonar el colegio y agravando aún más su situación. Esto sumado a una pésima calidad educativa que hace muy difícil el acceso a empleos de calidad. Lo que tristemente nos hace preguntar si el embarazo adolescente no tiene explicación en esta misma mala calidad educativa y en que las niñas no vean en la educación un camino para un futuro más próspero. Según datos del Dane, para el 2023, el departamento del Valle del Cauca registró menos mujeres matriculadas en el nivel de secundaria con respecto a los hombres.
Para rematar toda esta situación, muchas de estas mujeres no tienen red de apoyo, la cobertura de centros públicos para el cuidado de la primera infancia en casi todo el país es limitada y, sobre todo, tienen horarios que no son aptos para las jornadas laborales, lo que termina ocasionado que ellas rechacen trabajos y queden a merced de condiciones precarias y condenadas a la pobreza.
Me rehúso a pensar que vamos a tramitar una reforma laboral que solo le da más beneficios a los que hoy ya tenemos empleo y, no tratará de resolver problemas de fondo que como país hemos dejado a un lado por décadas, como la brecha de empleo de las mujeres y los jóvenes. Esta reforma, de seguir este camino, terminará causando más perjuicios que soluciones a los miles de problemas que tenemos hoy los colombianos.
Tomado de eltiempo.com