Cuando se radicó el Presupuesto General de la Nación del 2025 el país y sobre todo los congresistas entraron en la disyuntiva de una nueva tributaria -ley de financiamiento- o la reducción en el gasto de al menos $12 billones, monto en el que el PGN 2025 se encuentra desfinanciado. Ayer el ministro de Hacienda y Crédito Público radicó la ley de financiamiento, dejando claro que para el Gobierno la salida es la nueva tributaria.

Realmente no se sabe qué es peor. Por un lado, una tributaria en este momento es absolutamente inconveniente. Hoy cuando se habla de reactivación, la premisa es que necesitamos más inversión pública y privada, pero más carga tributaria no ayudará con esto. Otra cosa sería si estuviéramos hablando de ampliar la base para que más colombianos contribuyeran, pero ese tema en Colombia está vedado y el proyecto radicado no parece reabrir la conversación. Todavía falta mucho más análisis a lo radicado ayer, pero lo claro es que, aunque se baja el impuesto de renta para algunas empresas en los próximos años, les mantiene y en algunos casos incluso les incrementa la tributación a otros sectores de la economía y a algunas personas naturales.

Por el otro lado está la conversación sobre el recorte presupuestal. Tal como lo han planteado, pareciera que la alternativa es dejar a los más pobres sin programas sociales o no honrar las vigencias futuras, sobre todo las de los proyectos de infraestructura. Teniendo en cuenta este panorama, es necesario entrar a discutir sobre la evolución del gasto público en los últimos años y el importante crecimiento que ha tenido lo que se denomina gasto de funcionamiento, que es donde se podría aplicar este recorte presupuestal.

Entre 2020 y 2021, mientras el gasto de funcionamiento aumentó en un 3% la deuda pública creció en un 25% debido a la pandemia, lo que para todos fue la decisión adecuada en un momento muy complejo. Sin embargo, este aumento del gasto de funcionamiento posteriormente creció de manera significativa con incrementos del 11%, entre en los años 2022 y 2023 y del 22% entre el 2023 y 2024. Adicionalmente, se tiene el fondo de estabilización de precios de los combustibles que lleva una deuda por años y que representa un gasto público muy importante.

Como pasa en los hogares de los colombianos y en las empresas, en el caso de la Nación, si no hay suficientes recursos una opción es buscar generar más ingresos, pero también lo es reducir gastos, sobre todo los de funcionamiento. El Gobierno antes de pensar en una ley de financiamiento debe mostrarle al país un plan de ahorro y austeridad más claro, por ejemplo, focalizar mejor el gasto o castigar los presupuestos de inversión de las entidades que recurrentemente son malas ejecutoras y así generar los ahorros que se necesitan para equilibrar el presupuesto. No es razonable que estemos en esta discusión sobre los recursos públicos con unos niveles de ejecución en inversión que en el 2024 van en el 30% con corte al mes de agosto.

Además de todo lo anterior, recordemos que para tener más impuestos lo importante es tener una economía creciendo, que haya capital y que este se invierta, que se genere empleo y eso no se logra si hacemos sobre tributar a los que tienen la capacidad de hacerlo, sean estas empresas grandes, medianas o pequeñas. Recordemos también que el presupuesto público es una buena herramienta para el crecimiento económico y que una ejecución eficiente y enfocada en proyectos que impulsen la reactivación puede hacer la diferencia e impulsar el cierre de brechas sociales.

Las discusiones que dará el Congreso en los próximos días serán fundamentales para el futuro de nuestro país, debemos esperar que en el marco de la institucionalidad tanto las comisiones económicas como el Gobierno sean responsables con el país.

Tomado de elpais.com

Los problemas o situaciones complejas, sobre todo aquellas que parecen enquistadas casi sin solución, nos exigen incomodarnos y nos obligan a innovar para resolverlos. Muchas veces nos acostumbramos tanto a una situación que las respuestas a discusiones internas y externas son ‘eso ya lo intenté’, ‘no va a funcionar’, ‘esto es diferente a todo lo demás’.

Precisamente a esa sensación nos enfrentamos un grupo de personas y organizaciones que decidimos desde hace varios meses plantearnos cómo podíamos contribuir con innovación social y trabajo colectivo a la transformación sustentable de varios municipios del norte del Cauca y del sur del Valle del Cauca. Decidimos no quedarnos en las dificultades ni en que todo ya se había hecho y reconocimos que con unión y trabajo colaborativo podíamos aportar soluciones a las situaciones complejas de este territorio.

Los problemas o situaciones complejas, sobre todo aquellas que parecen enquistadas casi sin solución, nos exigen incomodarnos y nos obligan a innovar para resolverlos. Muchas veces nos acostumbramos tanto a una situación que las respuestas a discusiones internas y externas son ‘eso ya lo intenté’, ‘no va a funcionar’, ‘esto es diferente a todo lo demás’.

Precisamente a esa sensación nos enfrentamos un grupo de personas y organizaciones que decidimos desde hace varios meses plantearnos cómo podíamos contribuir con innovación social y trabajo colectivo a la transformación sustentable de varios municipios del norte del Cauca y del sur del Valle del Cauca. Decidimos no quedarnos en las dificultades ni en que todo ya se había hecho y reconocimos que con unión y trabajo colaborativo podíamos aportar soluciones a las situaciones complejas de este territorio.

Aquí no hay ingenuidades y sabemos que para la solución definitiva de muchas de estas realidades se requiere la intervención del Estado, por ejemplo, sin ir muy lejos la que se debe dar en materia de seguridad. Sin embargo, creemos que el simple hecho de decidirnos a seguir adelantando acciones en el territorio, ahora unidos y multiplicadas, puede generar la diferencia en el impacto deseado.

Como sociedad nos cuesta trabajar colectivamente y es algo que todos los días compruebo. Tener propósitos comunes no es fácil y mucho menos materializarlos, pero precisamente ahí radica la importancia de pensar fuera de la caja, sin egoísmos y construyendo desde lo que nos une y desde lo que nos diferencia, especialmente en territorios tan complejos como el norte del Cauca que en 2023 reportó una tasa de homicidios de 101,8, cifra que es el doble de la de Cali y cuatro veces la tasa nacional. Así mismo, con un contexto de deserción escolar, donde la media es de 5,6%, cifra también superior al dato nacional, que es de 3,8%.

Estas cifras nos muestran que la realidad es una y nos exige dejar los fundamentalismos y enfocarnos en acciones y resultados concretos, que se pueden dar más efectivamente si trabajamos juntos: los empresarios unidos, sin importar si vienen del sector agroindustrial o del industrial o sin son del Valle o del Cauca. También las fundaciones empresariales poniendo -sin egos- sus conocimientos y programas al servicio de este propósito superior; y por supuesto las comunidades étnicas y organizaciones con sus diferencias y reclamaciones (ilegítimas y otras legítimas), buscando un camino común que al final dé como resultado calidad de vida a los habitantes de esta zona del país tan golpeada.

Con mucha humildad seguiremos en este camino, convocando a muchos más actores para que se sumen y se convenzan de que con logros pequeños alcanzaremos objetivos muy grandes. Ya tenemos experiencias que nos permiten tener esperanza de que sí podemos transformar realidades desde la innovación social y el trabajo colectivo, hagámoslo posible para el sur del Valle y el Norte del Cauca con esta alianza que se viene gestado y que pronto empezará a tener resultados.

Tomado de elpais.com

Este 1 de agosto se conocieron los equipos ganadores de la segunda Datathon del Pacífico, concurso que nuevamente buscó promover entre los jóvenes la formulación de soluciones innovadoras basadas en datos para contribuir al desarrollo de la región Pacífico.  

En esta edición, la Datathon del Pacífico convocó a 212 estudiantes de instituciones de educación superior del Cauca, Nariño, Chocó y Valle del Cauca, quienes pusieron a prueba sus habilidades en análisis y visualización de datos y trabajaron de manera multidisciplinar para abordar retos de región asociados a temáticas como emprendimiento, movilidad, cambio climático y biodiversidad. 

“Con este concurso estamos consiguiendo apuntar a mejores proyectos y  logrando ese trabajo en equipo y asociatividad entre organizaciones y personas, lo que hace que los datos tengan información relevante para la transparencia y para lograr un mayor desarrollo para el Valle y para la región Pacífico”, aseguró Manuel Reina, director de Desarrollo Regional de ProPacífico.  

Tras la evaluación de propuestas, se preseleccionaron 18 equipos y posteriormente se identificaron a los diez finalistas que sustentaron los proyectos desarrollados de manera visual e interactiva ante el jurado compuesto por: Esneyder Córtes, director de Planeación y Estrategia de la Fundación WWB Colombia; Darwin Castro, gestor de Transformación Digital en Fundación Carvajal; Carlos Javier Arias, Gerente Sistema Chipichape en Bancolombia; Diego Álvarez, Research Associate-Performance, Innovation and Strategic Analysis for Impact (PISA4I) en Alliance Bioversity International & CIAT y Alejandro López, director de Cali Cómo Vamos. 

“Estoy muy contento de ver todas las iniciativas que desarrollaron los estudiantes, en realidad son ideas que se empiezan a materializar aportando a una mejor ciudad, a un mejor país y desde focos muy importantes. La invitación para ellos es seguir en esa línea, seguir materializando sus propuestas para que con toda esa información y conocimiento podamos seguir mejorando nuestro país”, mencionó Carlos Javier Arias, gerente de Bancolombia.  

Los ganadores 

El equipo Aurum compuesto por estudiantes de la Universidad Autónoma de Occidente y la Universidad ICESI, ocupó el primer puesto con su propuesta GAIA, una plataforma que respondió al reto en la temática biodiversidad. El segundo lugar lo ocupó JEDS-Team, de los estudiantes de la Universidad San Buenaventura, en la temática Salud, y en el tercer puesto se ubicó Terri innova, innovación política desde el territorio propuesta desarrollada por estudiantes de la Universidad del Cauca y la Universidad Nacional Abierta y a Distancia.  

“Este es un gran logro para nuestro equipo y representa un crecimiento personal y profesional para cada uno de nosotros. Es fundamental que todos los estudiantes se motiven y participen en este tipo de eventos, ya que enriquecerán sus experiencias y conocerán diferentes perspectivas", destacó Sarah Cano, integrante del equipo JEDS-Team. 

La Segunda Datathon del Pacífico fue liderada por ProPacífico y la Universidad Autónoma de Occidente con el apoyo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística - DANE, Fundación WWB Colombia, Fundación Carvajal, el OEM, Observatorio para la Equidad de las Mujeres de la Universidad ICESI y Fundación WWB Colombia, Cali Cómo Vamos, Alliance of Bioversity International and CIAT, PlaSA Colombia, Iniciativa sobre Políticas y Estrategias Nacionales-CGIAR, ESRI Colombia, la Cámara de Comercio de Cali, la Universidad Nacional Abierta a Distancia, Bancolombia, la Corporación para la Integración y Desarrollo de la Educación Superior en el Sur Occidente Colombiano-CIDESCO, la Red de Universidades para la Innovación del Valle del Cauca- RUPIV y CAMACOL Valle.  

Para más información: ¡Así vivimos la sustentación y premiación de la Segunda Datathon Pacífico!

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