La de Buenaventura parece ser una historia de nunca acabar. El terror constante al cual están sometidos los bonaverenses no puede convertirse en una noticia más de cada cierto tiempo y debe preocuparnos a todos. Los hechos recientes que amenazan la estabilidad social y de orden público nos exige actuar en conjunto, armar un frente común de acción y tomar medidas urgentes.

Como ya lo expresamos en el llamado hecho al Gobierno Nacional desde Compromiso Valle, la Cámara de Comercio de Buenaventura y el Comité Intergremial e Interempresarial de Buenaventura, las intervenciones no deben ser solo en términos militares y de fortalecimiento de la presencia de la Fuerza Pública. Se requiere en paralelo la construcción de tejido comunitario y la generación de una oferta real de oportunidades que respondan a las demandas sociales de miles de jóvenes y sus familias que hoy, no tienen esperanza.

Si bien la situación actual de Buenaventura es producto de un conflicto complejo y que viene de años atrás con variables que superan las realidades exclusivas del territorio, lo cierto es que le corresponde al Gobierno Nacional implementar las medidas necesarias para reestablecer la tranquilidad y proteger la vida de sus habitantes.

Al mismo tiempo que se fortalece la presencia del Estado, se deben potenciar los procesos sociales y empresariales que hoy se dan en el territorio. En estos hay un camino de esperanza, hay liderazgos que vienen haciendo frente a las diferentes situaciones de violencia, y que impulsan día a día a muchos jóvenes para que sigan un camino distinto al de la violencia. Gracias a esos procesos, hoy hay jóvenes bonaverenses que tienen la meta de emprender, emplearse y construir un liderazgo diferente para el Distrito. Tenemos la obligación de multiplicar esto y que sus metas sean las de todos.

Pensando en el largo plazo, un camino de paz y desarrollo realmente sostenible para Buenaventura, se requiere de la concurrencia de todos: el sector público, el privado, la iglesia, las organizaciones de base y la cooperación internacional para adelantar junto a la comunidad acciones contundentes que pongan fin de manera definitiva al terror que nuevamente amenaza a la ciudadanía.

La situación social y orden público en Buenaventura requiere de una acción decidida y conjunta en todos los niveles. Lo que está en juego es la viabilidad misma del territorio, no podemos darnos el lujo de ser espectadores mientras la comunidad y sus líderes siguen haciendo frente a la situación.

Buenaventura es mucho más que un puerto, pero no deja de ser el puerto de Colombia en el Pacífico, al que situaciones como las recientemente vividas les restan competitividad respecto a otros puertos. Si no implementamos medidas urgentes vamos a seguir arriesgando y perdiendo vidas y, además, vamos a perder el puerto. Debemos seguir fortaleciendo el liderazgo local como un camino para la construcción de las acciones de corto, mediano y largo plazo que se requieren. Sin embargo, estos líderes no pueden estar solos, necesitamos de todo Colombia para alcanzar el desarrollo de nuestra Buenaventura, porque Buenaventura es de todos.

*Tomado de elpais.com.co

Desde ProPacífico, los Gremios y el Sector Empresarial de la región expresamos nuestra profunda preocupación ante la constante utilización de vías de hecho y bloqueos en el corredor Buga – Buenaventura.


La incertidumbre generada por estas acciones que se presentan de manera constante impacta negativamente el desarrollo social y económico de las propias comunidades. Además, tienen un impacto en la movilización de la carga, según la Alianza Logística Regional promovida por el Ministerio de Transporte, de enero a mayo hubo una reducción del (-3%) respecto al año anterior en las toneladas movilizadas origen-destino por el corredor Buga-Buenaventura, afectándose negativamente el abastecimiento de Buenaventura y de las poblaciones del Pacífico.


La reducción en viajes de vehículos ligeros en lo corrido del año (- 4%), supone afectaciones negativas para la actividad turística en Buenaventura, la cual es dinamizadora de la economía local. Es decir, se golpea directamente los ingresos de las propias comunidades, puesto que la llegada de viajeros es clave para la actividad turística, de la cual dependen significativas iniciativas económicas y puestos de trabajo de los habitantes de Buenaventura.


En ese sentido, hacemos un llamado a las comunidades para que las demandas ante el Gobierno Nacional y demás autoridades del orden departamental y municipal, se tramiten sin hacer uso de las vías de hecho, teniendo en cuenta que esta práctica antes que contribuir al bienestar de las comunidades, supone un impedimento para el desarrollo social y económico de Buenaventura y sus habitantes.


De igual manera, exhortamos a los gobiernos Nacional, Departamental y Local a que se faciliten de manera más expedita y oportuna los canales y mecanismos de diálogo y soluciones, con el fin de contar con una política preventiva ante estas situaciones.

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