Se ha hablado mucho de este tema en los últimos meses, sin embargo, cada día parece ponerse aún más crítica la situación de la salud de los colombianos. Nadie niega que el de nuestro país era un sistema con varios problemas, sobre todo financieros. Problemas que arrancaron cuando uno de los preceptos con los que se concibió nunca se dio. Es decir, siempre se asumió que la proporción entre los colombianos en régimen subsidiado y contributivo sería 40-60, sin embargo, la proporción fue inversa.

Por otro lado, la Corte Constitucional, vía declaratoria del derecho fundamental de la salud, incluyó coberturas que no estaban dentro del plan de beneficios. Por supuesto, nadie está en desacuerdo con incluir más servicios en la cobertura en salud, sin embargo, cada una de esas atenciones tienen un costo que debe ser pagado por alguien que al final termina siendo el Estado. Así mismo, es claro que algunas de las EPS públicas y privadas han sido acusadas de deficiente atención a sus pacientes y hasta de corrupción, esto sin contar que además la atención que brindan en las zonas más apartadas es absolutamente precaria.

Todo esto es cierto, pero también lo es que Colombia tenía uno de los menores gastos de bolsillos de Latinoamérica y que personas que hace 30 años no se imaginaban recibir atención médica sin estar expuesto a una quiebra familiar, hoy son atendidas sin correr ese riesgo y con la posibilidad de ser atendidos en las mismas clínicas que los colombianos con mayores ingresos. También, que aún con debilidades de atención, las personas son tratadas en enfermedades con una alta carga financiera individual y para el sistema como el cáncer o las enfermedades huérfanas.

Gobernar y sobre todo administrar implica hacer lo correcto para todos los ciudadanos. Es absolutamente legítimo hacer cambios, sobre todo cuando se considera que lo que está no funciona bien. Sin embargo, no es responsable hacer cambios sin planes de transición y aún más, sin buscar los consensos requeridos en las democracias.

Hoy desafortunadamente no hemos terminado de entender lo grave de la situación en la que estamos, aunque lo que ha sucedido en el magisterio da algunos indicios. 32,7 millones de colombianos están afiliados a EPS intervenidas o en solicitud de liquidación. Estas aseguradoras están debiéndole alrededor de 6 billones de pesos a los hospitales en todo el país. Y esto no es lo más grave, ya que las IPS no solo tendrán en duda estos billones, sino que los interventores han hecho público y se ha constatado en la práctica que solo se está pagando el 80% del costo de los servicios en el mejor de los casos. Lo anterior, cuando en el marco de las nuevas negociaciones los obligan a reducir el costo de sus servicios a sumas ínfimas que claramente no cubre el costo de los mismos.

Muy pronto veremos más hospitales que no recibirán a pacientes o simplemente cerrarán sus puertas ¿Será que tendremos otro villano en el sistema de salud?

Sin importar qué pase, el sistema de salud no será el mismo. En lo nacional no creo que haya respuestas en el corto plazo, por esto debemos estar lo más unidos posible en lo regional para proteger nuestras IPS y asegurar la atención de los vallecaucanos.

Tomado de elpais.com.co

Desde el inicio de su implementación, la estrategia Hospital Padrino Pacífico liderada por la Fundación Valle del Lili y ProPacífico, ha contribuido significativamente a la reducción de los indicadores de mortalidad y morbilidad materna y perinatal en el Valle del Cauca, convirtiéndose así en referente para otras regiones y latitudes.  

Hoy, la experiencia y los resultados alcanzados a través de Hospital Padrino Pacífico suman un nuevo logro al ser publicada en The Lancet Regional Health - Americas, la edición regional del prestigioso medio científico, que es líder y referencia entre la comunidad médica a nivel global. 

Bajo el título “Hospital padrino: a collaborative strategy model to tackle maternal mortality: a mixed methods study in a middle-income region” (en español “Hospital padrino: un modelo de estrategia colaborativa para abordar la mortalidad materna: un estudio de métodos mixtos en una región de ingresos medios”), el artículo destaca cómo la implementación de la estrategia ha conducido a una reducción significativa de la tasa de mortalidad materna y cómo ha logrado consolidarse como un modelo de innovación en atención local, que puede replicarse en países de ingresos bajos y medios.  

La Dra. María Fernanda Escobar, Directora Médica de la Estrategia Hospital Padrino y Ginecobstetra Intensivista, es coautora de la publicación en la que se detalla el funcionamiento del modelo de asociación hospitalaria colaborativa entre los años 2021 y 2022, ilustrando la manera en la que un hospital de alta complejidad brinda asistencia técnica y clínica a 43 hospitales de media y baja complejidad, mediante estrategias educativas -orientadas a fortalecer el conocimiento y las habilidades de 980 trabajadores de la salud - y la mejora en las condiciones de atención al paciente a través del sistema de telemedicina.  

La estrategia evidencia una mejora en la atención y el manejo de las emergencias obstétricas y perinatales en la red de hospitales apadrinados que, gracias a la iniciativa, tienen estándares de atención compartidos, logrando ejemplificar las inmensas oportunidades que plantea la suma de esfuerzos para mitigar las inequidades en salud.  

En síntesis, esta importante publicación, que proporciona alcance y visibilidad al potencial de la innovación social para abordar los desafíos de la salud materna; reafirma la consolidación de Hospital Padrino como un referente de articulación exitosa y estimula, con evidencia científica, la ejecución de modelos colaborativos que contribuyan a generar resultados de alto impacto sobre la calidad de vida de las poblaciones vulnerables.  

Lea el artículo publicado aquí: The Lancet Regional Health - Americas

Se acerca el cuatro de febrero, fecha en la que conmemoramos el Día Mundial contra el Cáncer. Tristemente, esta enfermedad cada día es más común, por eso esta fecha que tiene como objeto concientizar a la población para que podamos avanzar en su prevención y control es tan importante. La ciencia y la experiencia nos dice que se puede reducir el riesgo de cáncer con buenos hábitos de vida y otras medidas, pero también que si se detecta la enfermedad en etapas tempranas se puede mejorar la supervivencia del paciente.

Por esto es importante hablar de lo que viene haciendo Cali en este frente, en una época en la que el sistema de salud colombiano ha sido tan criticado y analizado. Desde el 2017, Cali ha emergido como pionera en la estrategia global de City Cancer Challenge, destacándose entre 14 ciudades en el mundo. En este escenario, se ha convertido en referente por su liderazgo en el manejo de patologías oncológicas, priorizando proyectos que se han materializado en una valiosa ‘Caja de Herramientas’ para la región.

Estos proyectos incluyen cinco guías de manejo en cánceres como cáncer de colon y recto, leucemia linfoblástica aguda pediátrica, cáncer de mama, de próstata y de cuello uterino. Asimismo, la ciudad cuenta con tres manuales de calidad en patología, radioterapia y medicina nuclear y ha formado 226 profesionales de la salud en áreas críticas como Atención Primaria en Salud en Oncología, Cuidados Paliativos, Enfermería Oncológica y Gestión de Unidades Oncológicas.

La estrategia SARA impulsada por la Secretaría de Salud de Cali ha logrado la implementación activa de guías de manejo con la participación del 100% de las 15 EPS y 18 IPS oncológicas de la ciudad. El 20% de estas organizaciones está en la fase final de adherencia al uso de estas guías. A pesar de estos avances, el análisis de 1141 quejas y reclamos interpuestos en 2022 por los caleños revela que el 83% expresa necesidades de acceso y oportunidad a los servicios oncológicos. En respuesta, se han desplegado seis proyectos para fortalecer el acceso a las rutas integrales de atención en salud, focalizándose en cánceres como cuello uterino, mama y gástrico.

En este proceso, uno de los avances más destacados se da en el fortalecimiento del modelo de tamizaje (examen inicial), que inició en el 2021 para detectar el cáncer de cérvix en etapas tempranas. Hasta ahora, se ha logrado una cobertura del 14,7% en el tamizaje cuando la meta del Ministerio de Salud era del 4,8%. Además, se ha mejorado significativamente la oportunidad de la colposcopia, con el 82% de las pacientes con hallazgos anormales sometiéndose a esta prueba en los primeros 30 días, cumpliendo así con la meta planeada.

En el ámbito del cáncer de mama, los datos del primer trimestre de 2023 indican que el 41% de los problemas se concentra en el seguimiento para control clínico, lo que ha llevado a una priorización activa por parte de actores locales en el diagnóstico oportuno, considerando especialmente que los tiempos de espera para confirmar el diagnóstico oscilan entre 11 y 79 días, cuando la meta nacional es de menos de 30 días. Varias instituciones locales y regionales están trabajando para fortalecer la atención del cáncer de mama y una herramienta de coordinación clínico-administrativa para tal fin, se está implementando con éxito en la ciudad.

Nos queda mucho trabajo por delante. Sin embargo, esta es la demostración -como en tantos otros temas- que, si trabajamos juntos entre diferentes actores con información y datos, podemos avanzar en la solución de problemáticas que nos aquejan como sociedad. Que este 4 de febrero nos haga recordar que el trabajo articulado salva vidas de pacientes oncológicos y que Cali tiene muchos avances en esta materia.

Tomado de elpais.com.co

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