Reconozco que los días previos al paro del 28 y 29 de mayo alcancé a sentir angustia. Lo que se oía no era alentador. Mientras algunos estaban muy indignados por la decisión del Congreso de la República de no avanzar con la consulta popular, otros se mostraban muy preocupados por la posibilidad de una reforma laboral (que en ese momento tenía una segunda vida), debido a los efectos que causaría, sobre todo, en los negocios pequeños. También escuchaba a otras personas que contaban cómo se estaban programando para los bloqueos y esperaban que tuviéramos nuevamente un estallido social, mientras otros decían que estaban listos para salir a defenderse si había bloqueos o desmanes.
Aunque el panorama no era alentador y el ambiente estaba enrarecido, para mí fue muy potente la sensación que tuve al hablar en los días previos al paro con líderes sociales con los que venimos trabajando desde Compromiso Valle. Algunos iban a salir a las marchas ya que consideraban que el Congreso debía dejar consultar a la ciudadanía. Sin embargo, tenían claro que estos días no podían convertirse en bloqueos, desorden, ni destrucción. Otros simplemente no consideraban sumarse debido a que pensaban que ese ya no es el camino.
Rápidamente concluimos lo que hemos sabido siempre en esta iniciativa de impacto colectivo: no debemos pensar igual para dialogar y sobre todo accionar. Estos cuatro años de Compromiso Valle demuestran cómo trabajando juntos podemos alcanzar grandes cosas. Solo para recordar algunos logros: 77 mil participantes, casi 4 mil empleos y casi 10 mil emprendimientos formados. Más de $ 200 millones generados gracias a las conexiones comerciales entre emprendedores y empresarios. Cifras que se han logrado con dedicación y tiempo, pero sobre todo gracias a los recursos de más de 750 empresas que han aportado más de $ 140 mil millones.
Fue muy importante el mensaje de calma enviado desde todos los frentes, el sector privado, líderes sociales y las autoridades, así como el llamado a que quienes se manifestaran lo hicieran de forma pacífica, combinado con el compromiso de los mandatarios a respetar la protesta social y a asegurar que no se permitirían violaciones a los derechos humanos de los manifestantes, ni a los derechos de los demás ciudadanos que se mantuvieron al margen.
¡Creo que, sin duda, en esa jornada todos ganamos! También ganó la democracia mostrando que el camino que siempre debemos seguir es el de las instituciones. Así mismo, se demostró que el derecho a la protesta se puede ejercer respetando los derechos de los demás. Ahora el gran reto es no seguir a la merced de quienes quieren generar miedo y odio cada cierto tiempo. Los cambios en una democracia se dan en el debate abierto y democrático, oyendo los diferentes puntos de vista y llegando a consensos, en los que no siempre se logra todo lo que se quiere, pero es un avance.
Respecto a la reforma laboral, debo insistir en que no se ha discutido con suficiente fuerza que la propuesta en curso se enfoca solo en los empleados actuales, sin tener en cuenta el daño a las empresas pequeñas, las que generan desde dos o más empleos. Tampoco contempla alternativas para quienes viven en el rebusque diario, en la economía ‘popular’ o informal, para quienes el trabajo por horas, pero cotizando a salud y pensión, puede ser una gran salida. Desde Compromiso Valle podemos decir con orgullo que hemos sacado a varios de ellos de esa situación para llevarlos a la formalidad. Ojalá este sea el debate público más importante en las semanas venideras.
Tomado de elpais.com
Los medios de comunicación son pilares fundamentales para el funcionamiento de la sociedad. Informan, entretienen y, sobre todo, conectan a las personas con su entorno y con el mundo, ya sea a través de la televisión, la radio, la prensa escrita o las plataformas digitales.
Uno de los roles esenciales de los medios es el de informar con veracidad y objetividad en pro del bien común. Asimismo, son fundamentales para que la ciudadanía tome decisiones responsables, participe en la vida democrática y exija rendición de cuentas a los poderes públicos. Vivir en sociedad requiere estar al tanto de lo que sucede a su alrededor. En este sentido, los medios actúan como un puente entre la sociedad civil y las instituciones.
Además, los medios generan espacios en los que se construye opinión pública. Las ideas, debates y visiones de mundo que se difunden a través de ellos pueden influir profundamente en la forma en que pensamos y actuamos. Por eso, es importante que exista diversidad de voces, compromiso con la veracidad, pluralismo informativo y libertad de expresión, para que ninguna perspectiva quede silenciada.
Sin duda, el periódico El País ha jugado estos roles para Cali, el Valle del Cauca y el suroccidente colombiano en los últimos 75 años. Desde su creación y en muy importantes momentos de nuestra historia como región, El País ha estado ahí todos los días informando, haciendo las preguntas necesarias y sobre todo haciendo los análisis pertinentes para formar opinión pública.
Desde hace varios años he tenido la oportunidad de expresar mis opiniones de manera libre en esta columna, con la cual he buscado contribuir al debate sobre asuntos relevantes de nuestra región y país, tratando siempre de tener una mirada diversa que propenda por la unión de nuestra región.
Asimismo, El País ha sido socio relevante junto a otros medios de comunicación regionales en la construcción y realización de debates en las elecciones nacionales y regionales, todo esto con el objetivo de darle a los ciudadanos mejores herramientas para ejercer su derecho al voto.
También, El País ha sido aliado clave para mostrar los avances regionales fruto de la colaboración público, privada y comunitaria. En la historia reciente, el inicio de la Buga-Buenaventura y la malla vial del Valle del Cauca, los avances del Tren de Cercanías, Compromiso Valle y Compromiso Territorio. De la misma manera, siempre ha estado ahí para visibilizar las demoras y trabas del Gobierno Nacional y apoyar en la incidencia de muchos de estos proyectos regionales.
Hoy en día, en un país democrático como el nuestro, damos por sentado a los medios de comunicación y la posibilidad que tenemos de expresar nuestras opiniones libremente. Una sociedad con acceso a los medios de comunicación y a la información es una sociedad más libre, más justa y más participativa. Por eso, defender medios de comunicación responsables, éticos e independientes es y debe ser una tarea que nos compete a todos.
Felicitaciones a El País por estos 75 años, a sus fundadores, propietarios y, sobre todo, a todos los periodistas que han hecho parte de esta historia que se ha escrito y se seguirá escribiendo por muchos años más teniendo en cuenta las nuevas tendencias y llegando a todos los rincones y nuevas generaciones de nuestro territorio.
Tomado de elpais.com
No sé cuántas columnas he escrito sobre Buenaventura. La ciudad y el puerto de Colombia de cara al Pacífico, con terminales portuarias a la altura de las mejores del mundo, pero también una de las ciudades con los índices más altos de pobreza, con muy baja calidad educativa, un desempleo alarmante y dominada por grupos criminales.
Se ha vuelto costumbre que cada cierto tiempo Buenaventura se vuelve noticia por oleadas de violencia que terminan en un aumento desmedido de homicidios y extorsiones, entre muchos otros delitos. Cuando esto pasa, los medios nacionales voltean su mirada hacia el Distrito para hablar de sus problemáticas. Normalmente, también sucede que se realizan un par de consejos de seguridad que prometen más pie de fuerza, el distrito se militariza y la situación se ‘estabiliza’. En los últimos años, este escenario además estuvo acompañado de unas negociaciones y acuerdos entre las bandas Los Shottas y Espartanos, en el marco de una mesa denominada socio-jurídica con el Gobierno Nacional.
Nadie niega que durante este ‘cese’ hubo una reducción de los homicidios, pero tampoco se puede ignorar que otros delitos, principalmente la microextorsión, aumentaron sustancialmente. Sin embargo, todo quedó ahí, de espaldas a la ciudadanía y sin avances concretos en torno a una solución real de la violencia y de las causas estructurales del conflicto: el dominio territorial por el control del narcotráfico y el contrabando en el puerto.
Lo peor de la situación es que mientras todo esto pasa, lo estructural no cambia, y con lo estructural me refiero a las condiciones de vida de la gente, la posibilidad de que la economía crezca y que la sociedad civil organizada desarrolle su potencial. Una muestra de que las condiciones de vida no mejoran es la cobertura y la calidad educativa. Los niños bonoverenses, debido a las dinámicas mencionadas y factores propios de la institucionalidad educativa, no ven en la educación un camino para su futuro y, por el contrario, sí lo ven en las bandas y las armas. También me refiero al agua potable en Buenaventura, que en el mejor de los casos es de hasta seis horas al día.
Lo estructural también es que hacer empresa en Buenaventura es casi misión imposible por todas las problemáticas antes descritas, lo que se convierte en un círculo vicioso, porque los jóvenes que logran salir de la espiral criminal terminan desempleados y sin oportunidades formales por el poco tejido empresarial del distrito. La otra cara de esta moneda son los líderes y organizaciones sociales que le ponen el pecho a esta situación con muy pocos recursos, pero sí con mucho amor por su tierra. Líderes que sacan todos los días a los niños de estos entornos de violencia a través del arte, la música y el deporte.
Desde hace una semana larga la situación de seguridad de Buenaventura empeoró y hemos visto a la Gobernadora y a la Alcaldesa desde sus capacidades haciendo presencia y tomando decisiones. Sin duda, el gran ausente ha sido el Gobierno Nacional; sin embargo, el llamado es a que sea esta la ocasión, al menos desde lo territorial, para que trabajemos juntos y le demos una mirada diferente a Buenaventura y que unamos esfuerzos para que estos asuntos estructurales se resuelvan y no sigamos en este vaivén de violencia que cada tanto pone la atención de todos en Buenaventura.
Tomado de elpais.com