Ciudadanos

En lo personal, hacer parte de Compromiso Valle me ha traído muchísimos aprendizajes y experiencias maravillosas, pero sin duda entender y vivir el propósito de la iniciativa ha sido la mejor forma de contribuir desde mi rol y lo que soy a que tengamos una ciudad, un departamento y un país mejor para todos.

Somos la unión en la diversidad. Promovemos conversaciones y acciones que generan confianza y crean oportunidades, inspirando y movilizando la transformación positiva de personas, comunidades y territorios.

En Compromiso Valle hay unión en la diversidad porque lo integramos líderes comunitarios, empresariales y fundacionales que pensamos y tenemos en algunos casos posturas diferentes, además de ser y venir de lugares distintos. Las conversaciones no han sido ni son fáciles, pero la clave ha sido la escucha activa y el respeto por lo que piensa el otro. Y si somos tan diferentes, ¿qué nos mantiene juntos? Nos mantiene juntos la visión compartida del cuidado de nuestro territorio, porque al final todos coincidimos en que queremos que le vaya bien a la ciudad, al departamento y al país. El raciocinio de que para que me vaya bien a mí le tiene que ir mal al otro, no existe. Es más, este trabajo conjunto nos ha demostrado que nos puede ir bien a todos.

Claramente, esto no se ha dado de la noche a la mañana, llevamos cuatro años haciendo la tarea. Hemos estado abiertos a hablar con el diferente, a ponernos en sus zapatos y a no verlo como enemigo sino como un posible aliado para construir juntos. Todo esto no se ha quedado en las conversaciones, las acciones han sido fundamentales para generar confianza. Creo mucho en el diálogo, pero sin duda no es suficiente. Cumplir con los compromisos y accionar juntos efectivamente ha sido la clave.

Por ejemplo, este fin de semana estuvimos en Buenaventura en nuestra segunda versión del Festival Red Salvavidas. Un ejercicio que más que un festival de algunas horas es el producto de un trabajo que se da durante un año (ya llevamos dos) con organizaciones de base del distrito, en donde gracias a este ejercicio estas organizaciones se fortalecen para poder seguir haciendo lo que hacen en cada uno de esos territorios. Como lo dicen sus líderes, para seguir salvando vidas.

El diálogo de estos años se traduce en la transformación de personas, porque efectivamente se están cerrando brechas socioeconómicas; más de 4000 jóvenes han conseguido empleo formal en empresas de nuestra región que se han subido al bus y están haciendo cambios para generar más empleos para los más vulnerables, más de 10 mil emprendimientos se han fortalecido al igual que 220 organizaciones de base social y cultural.

Estos resultados también se reflejan en beneficios indirectos en las familias, comunidades y eventualmente en los territorios. Sin embargo, para hacer más en esto último, necesitamos a un sector público articulado a este propósito. Un sector público que más allá de las discusiones políticas se enfoquen en el hacer.

Sin duda la situación de país no es fácil, pero los ciudadanos debemos jugar un rol importante en el que por encima de las discusiones políticas que ya se empiezan a agudizar, podamos tener la serenidad y la firme convicción de que es con trabajo conjunto y no con división como sacamos a nuestro país adelante.

Evidentemente, esto nunca implicará quedarse callados frente a los errores, inoperancia o fallas de los funcionarios públicos. Justamente en esta coyuntura es importante recordar que otro de los roles que debemos tener como ciudadanos, además de ejercer nuestro derecho al voto, es hacer seguimiento y exigir el mejor funcionamiento del Estado. Sin embargo, debemos tener claro que todo esto se puede dar en un ambiente constructivo y no destructivo. Compromiso Valle es un gran ejemplo, sin romanticismos, de cómo se construye desde la diferencia.

Tomado de elpais.com

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