Los medios de comunicación son pilares fundamentales para el funcionamiento de la sociedad. Informan, entretienen y, sobre todo, conectan a las personas con su entorno y con el mundo, ya sea a través de la televisión, la radio, la prensa escrita o las plataformas digitales.
Uno de los roles esenciales de los medios es el de informar con veracidad y objetividad en pro del bien común. Asimismo, son fundamentales para que la ciudadanía tome decisiones responsables, participe en la vida democrática y exija rendición de cuentas a los poderes públicos. Vivir en sociedad requiere estar al tanto de lo que sucede a su alrededor. En este sentido, los medios actúan como un puente entre la sociedad civil y las instituciones.
Además, los medios generan espacios en los que se construye opinión pública. Las ideas, debates y visiones de mundo que se difunden a través de ellos pueden influir profundamente en la forma en que pensamos y actuamos. Por eso, es importante que exista diversidad de voces, compromiso con la veracidad, pluralismo informativo y libertad de expresión, para que ninguna perspectiva quede silenciada.
Sin duda, el periódico El País ha jugado estos roles para Cali, el Valle del Cauca y el suroccidente colombiano en los últimos 75 años. Desde su creación y en muy importantes momentos de nuestra historia como región, El País ha estado ahí todos los días informando, haciendo las preguntas necesarias y sobre todo haciendo los análisis pertinentes para formar opinión pública.
Desde hace varios años he tenido la oportunidad de expresar mis opiniones de manera libre en esta columna, con la cual he buscado contribuir al debate sobre asuntos relevantes de nuestra región y país, tratando siempre de tener una mirada diversa que propenda por la unión de nuestra región.
Asimismo, El País ha sido socio relevante junto a otros medios de comunicación regionales en la construcción y realización de debates en las elecciones nacionales y regionales, todo esto con el objetivo de darle a los ciudadanos mejores herramientas para ejercer su derecho al voto.
También, El País ha sido aliado clave para mostrar los avances regionales fruto de la colaboración público, privada y comunitaria. En la historia reciente, el inicio de la Buga-Buenaventura y la malla vial del Valle del Cauca, los avances del Tren de Cercanías, Compromiso Valle y Compromiso Territorio. De la misma manera, siempre ha estado ahí para visibilizar las demoras y trabas del Gobierno Nacional y apoyar en la incidencia de muchos de estos proyectos regionales.
Hoy en día, en un país democrático como el nuestro, damos por sentado a los medios de comunicación y la posibilidad que tenemos de expresar nuestras opiniones libremente. Una sociedad con acceso a los medios de comunicación y a la información es una sociedad más libre, más justa y más participativa. Por eso, defender medios de comunicación responsables, éticos e independientes es y debe ser una tarea que nos compete a todos.
Felicitaciones a El País por estos 75 años, a sus fundadores, propietarios y, sobre todo, a todos los periodistas que han hecho parte de esta historia que se ha escrito y se seguirá escribiendo por muchos años más teniendo en cuenta las nuevas tendencias y llegando a todos los rincones y nuevas generaciones de nuestro territorio.
Tomado de elpais.com
No sé cuántas columnas he escrito sobre Buenaventura. La ciudad y el puerto de Colombia de cara al Pacífico, con terminales portuarias a la altura de las mejores del mundo, pero también una de las ciudades con los índices más altos de pobreza, con muy baja calidad educativa, un desempleo alarmante y dominada por grupos criminales.
Se ha vuelto costumbre que cada cierto tiempo Buenaventura se vuelve noticia por oleadas de violencia que terminan en un aumento desmedido de homicidios y extorsiones, entre muchos otros delitos. Cuando esto pasa, los medios nacionales voltean su mirada hacia el Distrito para hablar de sus problemáticas. Normalmente, también sucede que se realizan un par de consejos de seguridad que prometen más pie de fuerza, el distrito se militariza y la situación se ‘estabiliza’. En los últimos años, este escenario además estuvo acompañado de unas negociaciones y acuerdos entre las bandas Los Shottas y Espartanos, en el marco de una mesa denominada socio-jurídica con el Gobierno Nacional.
Nadie niega que durante este ‘cese’ hubo una reducción de los homicidios, pero tampoco se puede ignorar que otros delitos, principalmente la microextorsión, aumentaron sustancialmente. Sin embargo, todo quedó ahí, de espaldas a la ciudadanía y sin avances concretos en torno a una solución real de la violencia y de las causas estructurales del conflicto: el dominio territorial por el control del narcotráfico y el contrabando en el puerto.
Lo peor de la situación es que mientras todo esto pasa, lo estructural no cambia, y con lo estructural me refiero a las condiciones de vida de la gente, la posibilidad de que la economía crezca y que la sociedad civil organizada desarrolle su potencial. Una muestra de que las condiciones de vida no mejoran es la cobertura y la calidad educativa. Los niños bonoverenses, debido a las dinámicas mencionadas y factores propios de la institucionalidad educativa, no ven en la educación un camino para su futuro y, por el contrario, sí lo ven en las bandas y las armas. También me refiero al agua potable en Buenaventura, que en el mejor de los casos es de hasta seis horas al día.
Lo estructural también es que hacer empresa en Buenaventura es casi misión imposible por todas las problemáticas antes descritas, lo que se convierte en un círculo vicioso, porque los jóvenes que logran salir de la espiral criminal terminan desempleados y sin oportunidades formales por el poco tejido empresarial del distrito. La otra cara de esta moneda son los líderes y organizaciones sociales que le ponen el pecho a esta situación con muy pocos recursos, pero sí con mucho amor por su tierra. Líderes que sacan todos los días a los niños de estos entornos de violencia a través del arte, la música y el deporte.
Desde hace una semana larga la situación de seguridad de Buenaventura empeoró y hemos visto a la Gobernadora y a la Alcaldesa desde sus capacidades haciendo presencia y tomando decisiones. Sin duda, el gran ausente ha sido el Gobierno Nacional; sin embargo, el llamado es a que sea esta la ocasión, al menos desde lo territorial, para que trabajemos juntos y le demos una mirada diferente a Buenaventura y que unamos esfuerzos para que estos asuntos estructurales se resuelvan y no sigamos en este vaivén de violencia que cada tanto pone la atención de todos en Buenaventura.
Tomado de elpais.com
Santiago de Cali, 19 de marzo de 2025. El Consejo Directivo de ProPacífico nombró a Joaquín Losada Fina, presidente ejecutivo de la organización Fanalca S.A., como su presidente.
Al asumir este rol, Losada expresó su compromiso con el desarrollo de la región y la continuidad con el fortalecimiento del trabajo colaborativo que se impulsa desde ProPacífico. “Para mí es un honor y a su vez es un gran reto continuar con esa labor maravillosa que viene adelantando ProPacífico por la región; articulando diferentes instituciones y trabajando juntos por el bienestar. Me siento muy contento de poder aportar y seguir trabajando unidos por Cali, el Valle y el Pacífico colombiano”, afirmó.
Joaquín Losada Fina es administrador de empresas y por más de 35 años ha liderado compañías pertenecientes a los sectores industriales, comerciales y de servicios. Actualmente, es presidente de la organización Fanalca S.A., y miembro activo de las juntas directivas de la Dirección General de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), del Capítulo Regional de Colombia del Consejo Empresarial Latinoamericano (CEAL), la Cámara de Comercio de Cali, la Universidad ICESI y la Unidad de Acción del Valle del Cauca.
Además, participa de iniciativas sociales a través de la Fundación Fanalca y Compromiso Valle; fortaleciendo su rol de liderazgo en pro del desarrollo empresarial y social de la región.
ProPacífico expresa su profundo agradecimiento a Pedro Felipe Carvajal, por su ejemplar liderazgo e invaluable contribución al desarrollo de la región, demostrados durante su gestión como presidente del Consejo Directivo durante el periodo anterior. Su visión y dedicación han dejado una huella significativa que servirá de referente para continuar impulsando juntos el desarrollo integral del territorio.