Que un territorio alcance el desarrollo sostenible, sin duda, pasa por elegir y tener buenos mandatarios, pero para llegar a ese propósito también se requiere de una sociedad civil activa en los asuntos públicos, exigiendo, monitoreando y aportando con ideas y recursos.

Para muchos dentro de la sociedad civil no están las empresas ni los empresarios, sin embargo, ¿al final no somos todos ciudadanos? Es más, por su rol en la sociedad las empresas deben asumir un liderazgo preponderante y desinteresado, enfocado en el desarrollo de su entorno. Como lo decía un gran empresario vallecaucano, una empresa no puede prosperar en un entorno enfermo.

Por esto tener instituciones apoyadas por el sector privado, que tengan como misión aportar al desarrollo sostenible de sus territorios con una mirada de mediano y largo plazo, es cada día más necesario en nuestro país y eso es lo que somos las Pro.

Ya somos once en todo Colombia y hemos logrado consolidarnos como una red que no representa los intereses de sus donantes o afiliados y que tiene como único objetivo aportar al desarrollo de nuestras regiones pensando en el bien común, la equidad y la competitividad, además del respeto por las instituciones.

Desde las pros queremos ser vistas como un bien público, así pertenezcamos al sector privado, por eso trabajamos con el mandatario de turno con el único objetivo de impulsar el desarrollo regional.

No somos parte de la política electoral, pero sí tenemos como propósito trabajar de la mano con quienes están al frente de las instituciones públicas, aportando una mirada de mediano y largo plazo a los mandatarios y sus equipos, quienes en muchas ocasiones tienen que atender retos del corto plazo y el horizonte de su periodo de gobierno de cuatro años. A diferencia de ellos, las pros y sus empresarios se quedan en el tiempo y son entidades que tienen su foco en la articulación, las alianzas y en el trabajo conjunto.

Desde ProPacífico venimos trabajando hace ya casi 10 años (en nuestra historia reciente) en cuatro dimensiones: planeación y alianzas, en lo social y lo ambiental; además de la infraestructura y logística. Procuramos tener la mejor información para generar alianzas públicas, privadas y comunitarias que transformen realidades locales y regionales.

Los logros no son solo nuestros, son el cúmulo de esfuerzos de las gobernaciones, alcaldes, concejales, diputados, congresistas, líderes comunales, academia y empresarios. Trabajar unidos y alcanzar resultados concretos es nuestra obsesión.

Hoy la RED PRO se reúne en Bucaramanga para contarle a Colombia que somos una apuesta empresarial de unión y trabajo colaborativo con una mirada regional. Presentaremos una propuesta de 40 proyectos regionales de impacto nacional que estamos convencidos dinamizarán la productividad, la competitividad y contribuirán al cierre de brechas sociales.

La RED PRO es la fuerza del desarrollo de Colombia desde las regiones. Ojalá sigamos construyendo la conciencia de que este tipo de entidades son necesarias para que el desarrollo de nuestro país llegue para todos.

Tomado de elpais.com

El próximo 24 de noviembre los ciudadanos de Cali, Palmira, Jamundí, Candelaria, Dagua, Puerto Tejada y Villa Rica decidirán si estos municipios serán parte del Área Metropolitana del Suroccidente de Colombia - AMSO. Para muchos este será un paso desconocido, pero importante para una región que cada día se comporta más como un área metropolitana compuesta por municipios que interactúan constantemente y que deben integrarse de manera ordenada. Esta integración busca enfrentar grandes retos que resultan difíciles de gestionar de manera desarticulada entre los municipios.

Y es que todos los días vemos hechos metropolitanos o fenómenos de índole social, económico, ambiental o territorial que impactan dos o más municipios. El primero y el más evidente es el de la movilidad. Según la última encuesta de movilidad de 2015, son alrededor de 222 mil viajes diarios desde y hacia Cali y 198 mil viajes regionales. Es decir, son muchas personas que viajan todos los días de Palmira a Cali o de Jamundí a Yumbo o de Candelaria a Cali y así sucesivamente.

Sin duda, la autoridad regional de transporte, ya creada, ayuda a plantear soluciones a la movilidad intermunicipal; sin embargo, no se puede dejar de reconocer que todos estos asuntos relacionados con la movilidad tienen una relación directa con la ausencia de planificación y coordinación a escala metropolitana. Por ejemplo, Jamundí y Candelaria se ha convertido -sin mucha planeación- en ciudades dormitorio, lo que les ha generado tensiones importantes en varios aspectos como el aumento de la congestión vehicular y de los siniestros viales, contaminación por gases de efecto invernadero, falta de accesibilidad a equipamientos de educación, salud, entre otros.

Así mismo, tenemos los asuntos ambientales, acabamos de pasar la COP16 y con este evento nos comprometimos con la protección de varios ecosistemas que superan los límites municipales: la recuperación de la cuenca alta del río Cauca, la protección de Los Farallones de Cali, la reducción de emisiones y la gestión del riesgo asociado a inundaciones.

Otro frente importante es el de la seguridad. Todos los días los grupos delincuenciales y las grandes estructuras criminales se tecnifican. Para nadie es un secreto que lo que sucede en el norte del Cauca tiene repercusión directa en Jamundí, Cali, Palmira, Dagua y hasta Buenaventura. Por esto es necesario tener un órgano supramunicipal que permita una articulación más clara y efectiva entre los municipios y con el Gobierno Nacional.

Con todo lo anterior, se podría decir que lo que contiene el área metropolitana es bueno y que no habría oposición al proceso. Sin embargo, son muchos los mitos que existen, por lo que varias entidades y personas se oponen a esta constitución. Uno de esos mitos es que Cali absorberá a los otros municipios. Falso, los otros municipios mantienen su autonomía, representatividad política y recaudo de recursos propios. Además, tendrán un puesto en la junta de la AMSO y, seguramente, se verán beneficiados por proyectos metropolitanos que involucren su municipio, dado que se podrán hacer obras supramunicipales.

También se dice que debido al AMSO habrá un aumento en el impuesto predial. Falso, el aumento de los tributos se hará teniendo en cuenta las actualizaciones catastrales que son potestad exclusiva de cada municipio. Y así me podría quedar, narrando mitos y desmintiéndolos, pero quiero resaltar que aquí lo clave es que nos informemos y que salgamos a votar. Esta no es una figura extraña en Colombia, existen varias áreas metropolitanas en el país y todas son casos de éxito.

Finalmente, debo decir que es una lástima que Yumbo no esté en esta área metropolitana, pero esperamos que sus mandatarios y ciudadanos se convenzan y se unan en el futuro.

Tomado de elpais.com

La Conferencia de las Partes, COP, es un espacio de discusión y negociación en el que los gobiernos conciertan objetivos alrededor de desafíos globales, como la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Los caleños estamos a solo once días de ser anfitriones de la COP de Biodiversidad en su versión dieciséis, en la que 196 países firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica buscarán posibles soluciones para detener y revertir la pérdida de naturaleza para el año 2030.

En relación con los asuntos de fondo de este evento, es realmente importante y simbólico que estas conversaciones se den en Colombia, el cuarto país más biodiverso del mundo y, sobre todo, en el Pacífico colombiano, que alberga más de 200 áreas protegidas y 11 Parques Nacionales Naturales, cuenta con 1297 especies de fauna y cerca de 14000 especies de plantas, representando un tesoro natural que debemos proteger. A diferencia de las discusiones de cambio climático, donde Colombia tiene un bajo impacto entre los jugadores internacionales (las grandes potencias mundiales), en biodiversidad el mundo debe mirarnos como protagonistas y apoyarnos para cuidar y preservar patrimonios naturales tan importantes como nuestro Chocó biogeográfico.

Estos días de COP 16 también serán una gran oportunidad para que diferentes empresas y sectores muestren su compromiso con el cuidado de la biodiversidad y el medio ambiente, ya que el sector privado, así algunos quieran verlo de otra manera, es pieza clave en este objetivo común. Tenemos empresas comprometidas con la cultura de la sostenibilidad a lo largo de sus cadenas de valor, otras que movilizan recursos para la financiación de iniciativas innovadoras en materia de economía circular y otras que están haciendo transformaciones en sectores claves como la descarbonización en movilidad o el reúso del agua en los procesos de producción.

Así mismo, podremos hablar de algunos procesos públicos, privados y comunitarios que están buscando preservar desde lo local nuestra biodiversidad, como la Plataforma colaborativa del río Cauca que se enfoca en recuperar la cuenca alta de este afluente, un excelente ejercicio de trabajo colaborativo en el que se promueven proyectos que contribuyen al desarrollo sostenible de las comunidades rurales y la restauración de los ecosistemas. Así mismo, la construcción del plan maestro ambiental para una Cali sostenible, con un componente que integra la biodiversidad en su desarrollo urbano, transitando a una biodiverciudad.

Finalmente, para todos los caleños será una gran oportunidad de demostrar que podemos hacer eventos de esta envergadura, que nos permitan escribir una nueva página y que no vivamos de recordar con melancolía historias pasadas. Estamos viviendo una nueva historia, la de la Cali de hoy, la diversa, la capital de Pacífico colombiano que tiene todo para reconocerse y unirse alrededor de un propósito común.

Por eso serán tan importantes los espacios en los que los caleños nos encontremos para vivir nuestra COP, la que estará fuera de los grandes espacios de discusión de los mandatarios en la zona azul y verde, la que tendrá lugar en el circuito de la biodiversidad (Polideportivo Los Almendros, Unidad Deportiva Alberto Galindo y Bulevar del Oriente), para que la historia no sea solo la de un evento que vino y pasó, sino que nos permitió brillar y se quedó en la historia como el primero de muchos pasos para seguirnos viendo como la Cali que somos y no la que fuimos. Recibamos y acojamos a los visitantes con la hospitalidad que nos caracteriza, pero sobre todo apropiémonos y vivamos la COP de la mejor manera.

Tomado de elpais.com

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